Visitar el jardín del Capricho en Madrid

El Jardín del Capricho, mayormente conocido como el Parque del Capricho es uno de los 8 grandes parques de la ciudad de Madrid y se puede visitar. Este además es un parque histórico y sus orígenes son privados, pero a día de hoy está abierto para que todos podamos disfrutarlo. 

Introducción

Este parque originalmente fue propiedad de la duquesa de Osuna, quien a finales del siglo XVIII compró estos terrenos y empezó a dar forma al parque. Consiguió hacer varias ampliaciones de terreno hasta que se quedó con el tamaño actual, un parque con un total de 14 hectáreas. 

Dentro del desarrollo que hizo de este parque, construyó varias edificaciones y consiguió buenos jardineros que dieron forma a los parterres, los canales y todo lo demás con varios estilos.

Con el tiempo el jardín fue pasando por otras manos privadas, e incluso fue utilizado como base de las tropas napoleónicas francesas. También el ejército republicano lo utilizó durante la Guerra Civil española. 

Pero no fue hasta 1974 cuando, y tras varios intentos anteriores, cuando finalmente el ayuntamiento de Madrid consiguió hacerse con la propiedad. Desde ese momento El Jardín del Capricho pasó a formar parte del conjunto de parques públicos del ayuntamiento. 

Hay que destacar que a día de hoy en Madrid este es el único parque del Romanticismo que queda en Madrid. 

Qué ver en el Jardín del Capricho 

Lo que vas a encontrar dentro del parque son todos edificios y esculturas de la época en la que era propietaria del parque la duquesa de Osuna, que por suerte han aguantado hasta día de hoy. 

El Palacio

La construcción más grande de todo el parque es el Palacio. Efectivamente esta era la residencia de los duques de Osuna aquí. En la planta de abajo vivía el servicio y había también habitaciones para invitados y la planta superior era toda para uso y disfrute de los duques. 

El Abejero

Como su propio nombre indica, este lugar era un abejero. En su interior se encontraban estos pequeños animales y sus panales y gracias a algunas ventanas con cristales, los invitados podían ver cómo las abejas trabajaban. 

El Casino de baile

Este edificio consta de dos plantas. La inferior de forma cuadrada esconde la bomba que extrae agua del manantial y que la vierte en el canal a través de la fuente del jabalí que se encuentra debajo de la escalinata que sube a la segunda planta. 

En la parte superior es en la que se encuentra un pequeño salón con varias puertas rodeado de una terraza que permitía ver los parterres de esta zona del jardín. 

La Casa de la vieja

Aunque poco pegue esta pequeña construcción y parezca que estaba aquí antes de que esto se convirtiera en parque, nada que ver. Esta casa vieja que más parece la casa de los guardeses del parque es una casita de estilo rústico que imita a las que Maria Antonieta construyó en la aldea que se encuentra en los jardines del palacete en el que vivió junto al palacio de Versalles.

La Casa de cañas

Esta casa se encuentra en el estanque de los cisnes y su nombre viene de que estaba recubierta de cañas de bambú que le aportaban estilo chinés. Este edificio además de ser un cenador, tiene una pequeña estancia adjunta que era el embarcadero. Y es que el estanque en el que se encuentra se unía con el Casino de baile a través de un canal. 

Si miras bien dentro del embarcadero a pesar de ser un sitio más oscuro podrás ver pinturas en sus paredes.

El Puente de hierro

Junto a la Casa de las Cañas se encuentra el puente de hierro, que servía para cruzar otro pequeño canal que sale a la derecha de la Casa de las cañas y que lleva hasta el Fortín. 

Actualmente el acceso está cerrado pero desde ahí se debían tener unas bonitas vistas del estanque.

La Ermita

También conocida como la casa del ermitaño, es una pequeña construcción que se cree sirvió de casa para uno o dos ermitaños que vivieron aquí a cambio de cobijo y sustento. 

El Fortín o Batería

Sorprendentemente en mitad de este remanso de paz se puede encontrar un pequeño fortín del que ahora quedan la base y el foso, pero que debió tener piezas de artillería y todo lo necesario en caso de defenderse. 

El Templete de Baco

Quizá sea el punto más conocido del parque, y es que son muchos los que se acercan hasta este pequeño templete localizado en lo alto del promontorio. Que esté en una zona de césped abierta rodeada de árboles da armonía y calidad a la construcción y la figura de Baco que se encuentra en el interior le da ese aire romántico que gusta a la mayoría de visitantes. 

La Plaza de los Emperadores

Es una de las plazas más vistosas y es que alrededor del perímetro vas a encontrar bustos de diferentes emperadores romanos y también se encuentra un templete rodeado de esfinges donde se encuentra el busto de la duquesa de Osuna.

El bunker

Para seguir con las sorpresas, este remanso de paz esconde uno de los mayores búnkeres de la ciudad. Y es que en la época en la que el ejército repuplicano ocupó este parque, lo convirtió en uno de los cuarteles generales de la capital. Al hacerlo además crearon un búnker que actualmente es de los mejores en Europa por su estado de conservación. 

Es un bunker que está a 15 metros de profundidad y tiene varias salidas diferentes, hay una que incluso cruza el Palacio por debajo y sale al exterior del parque. Este bunker solo se puede visitar con una visita guiada oficial del ayuntamiento. 

Normas de acceso

Para que nadie se lleve a engaños, este parque no es un parque del ayuntamiento al uso. Si bien es cierto que el acceso es gratuito como en todos los demás. En este parque NO está permitido el acceso de animales ni sueltos ni atados, no está permitido acceder con bicicletas ni patines. Tampoco se permite jugar a la pelota ni comer en el interior. 

Es un jardín que se creó para descansar del jaleo de Madrid, para huir del exterior y para pasear, en definitiva, el Capricho es un parque para que todos podamos visitar y disfrutar y seguir estas normas permite que siga siendo así.

Visitas guiadas

Si lo quieres visitar más a fondo, existen free tours que ayudan a conocer toda su historia mientras se recorre el jardín del Capricho de Madrid. El recorrido dura entre 1:30 y 2 horas y se realizan los sábados y domingos. 

Para los que quieran ver el bunker, existen las visitas del ayuntamiento que permiten entrar a esta construcción y para poder entrar hay que apuntarse al programa Pasea Madrid. 

Cómo llegar

El jardín del Capricho es un lugar un poco apartado del centro de Madrid, sin embargo está bien comunicado para visitar. 

• Vehículo privado: Para acceder hasta este parque hay que ir a la avenida de Logroño, a la cual se puede acceder desde la M-40, la zona de Canillejas o la zona de Barajas (M-11) según la zona desde la que llegues. Una vez en la avenida de Logroño hay que girar en la calle del camping de Osuna, que se encuentra en la calle de Los jardines de Aranjuez y en la misma puerta del camping hay un parking público desde el que hay 2 minutos andando hasta la puerta del parque. 
• Autobús: si te viene mejor acercarte en autobús, las líneas 101, 105 y 151 dejan a unos pocos pasos de la puerta. 
• Metro: para la mayoría de los visitantes lo mejor es llegar en metro. La línea 5 deja a unos 7 minutos caminando y la estación es fácilmente reconocible ya que su nombre es El Capricho. 

Si no tienes muy claro cómo moverte por Madrid, no dudes en consultar nuestra guía para desplazarse por la Comunidad de Madrid.

Visita al parque del Capricho